“Ningún hombre conoce lo malo que es hasta que no ha tratado de esforzarse por dejar de serlo”. Clive Staples Lewis.

sábado, 13 de agosto de 2011

FULL MOON HIGH (1981)

Larry Cohen, maestro de maestros, creador de la trilogía Estoy vivo y Maniac Cop (esta última dirigida por su gran amigo William Lustig), se inmiscuyó a principios de los 80 en una comedia licántropa aprovechando el enorme éxito de los dos buques insignia de la época: Aullidos y (más concretamente) Un hombre lobo americano en Londres. Pero por si eso no bastara, aquí el bueno de Cohen aprovechaba la ocasión para realizar una especie de spoof o comedia alocada muy al estilo de Aterriza como puedas (otro éxito de principios de la década). Por este motivo no nos ha de extrañar que la película desarrolle un pequeño pasaje a modo de gag, en el interior de un vuelo en el que un grupo de terroristas cubanos intentan hacerse con el control del avión, mientras que nuestro protagonista se transforma en alobado. Como es de esperar, Full Moon High no podía tener resultados más dispares y extraños, pues aunque es bien sabido que Cohen sabe dotar de momentos cómicos a algunas de sus películas de género, el terreno claramente cómico por el que intenta hacernos pasar con esta película no consigue salir a flote y tan sólo logra salir airoso en contadas ocasiones: sirva de ejemplo que nuestro hombre lobo muerda las posaderas de bellas damiselas (y las de algún maromo con el pelo largo), le robe un autobús a un negro y 20 años más tarde se meta accidentalmente en un taxi conducido por el mismo, o la divertida escena en la que sin querer un policía dispara a la cámara y el objetivo se rompe en mil pedazos, entonces Alan Arkin, encarnando a un psiquiatra un poco hijodeperra, nos explica que lamentablemente el espectador se va a perder los mejores efectos especiales de la película por culpa de este pequeño percance... Y es que esa es otra, lejos de continuar con los hallazgos de Bottin o Baker, en lo que respecta los fx son totalmente omitidos o poco elaborados, y el maquillaje que luce Adam Arkin en la película está más próximo a El lobo humano, el clásico de la Universal del 35, que de cualquier otra producción más reciente. Además, la utilización que Cohen hace de la música evoca sin ningún disimulo a la ya comentada Un hombre americano en Londres, ya que durante una de las primeras (mini) "transformaciones" (realizadas con un par de fundidos y listo) escucharemos de fondo la canción "Meet me in the moonlight", - canción de ribetes clásicos escrita por la (por aquel entonces) esposa de Larry Cohen, Janelle Webb -, para así crear el mismo efecto que producía la famosísima transformación de la película de Landis en la que se escuchaba el tema "Blue Moon". Por lo demás, pues... ¿qué tal si contamos de que va esta película?

Tony (Adam Arkin) es un joven que goza de gran popularidad en el instituto gracias a su buen físico y por conseguir que el equipo de rugby del instituto Full Moon, gane a su eterno rival: los Simpson. Lamentablemente su prometedora carrera deportista es interrumpida cuando su padre, un americano de los píes a cabeza, le pide que lo acompañe en una misión secreta al mismísimo corazón de Rumania. Allí, mientras su padre coquetea con un par de prostitutas del este, nuestro joven protagonista será mordido por un hombre lobo, no sin antes, haber sido advertido por una adivina que le dice estaba marcado por la marca del pentágono... ¡digo del pentagrama! (Aquí vemos un pequeño ¿homenaje? al Hombre lobo de Washington). Una vez de vuelta, Tony verá como se transforma en lobo durante las noches de plenilunio y durante éstas propiciará unos pequeños mordiscos en el trasero de las jovencitas (sin que tengan mayores consecuencias en las víctimas, es decir, ni mueren ni se transforman en lobas/os). Los años no pasan por él, así que nuestro desdichado inmortal consigue sobrevivir durante años viajando de un lado para otro, hasta que decide volver al instituto Full Moon para ganar, una vez más, al equipo de los Simpson. 

Pese a que esto de los hombres lobos adolescentes no es nada nuevo, - ahí tenemos I was a teenage werewolf, con nuestro queridísimo Michael Landon -, si que se podría decir que, de algún modo, Full Moon High serviría de base, - sólo de base -, al venidero (y oportunista [*]) éxito De pelo en pecho, protagonizado por Michael J. Fox, ya que, si bien es verdad que el tono paródico de la película de Cohen no es utilizado en Teen Wolf, podríamos encontrar ciertos paralelismos entre una y otra. En definitiva, no es una mala película, pero Full Moon High deja bastante que desear, siendo únicamente disfrutable para aquellos que tengan la risa floja o para aquellos espectadores poco exigentes... Como yo.
Hasta la próxima luna llena...¡Auuuuuuu...!


(*) Pues estuvo propiciado por el film Regreso al futuro. Aquí en España, Teen Wolf se estrenó después que la película de Zemeckis.